viernes, 25 de junio de 2010

Maras

Las maras o pandillas son grupos de delincuentes juveniles, a las cuales los miembros se adhieren por diversas razones. Estas son organizaciones sustentadas en la fuerza.

Muchos jóvenes toman la decisión de formar parte de pandillas o maras, derivado en su gran mayoría de la problemática social de nuestro país. Las maras ofrecen a sus miembros una familia, un grupo con identidad que le da sentido a sus vidas, generalmente vacías, dándoles características importantes que les permiten distinguirse de otros grupos o personas de su localidad, como por ejemplo los ritos de iniciación, las normas internas que regulan su comportamiento con las respectivas sanciones en caso de desobediencia y lenguaje externo de identificación.

Las pandillas o maras no son grupos que cuenten con una organización formal, están jerárquicamente ordenados y el liderazgo es inestable pues los miembros cambian con frecuencia. En Centroamérica existen diversas y variadas formas de organización de maras o pandillas.

Las Clicas como se les denomina, son grupos de barrio, son complejos, tienen también sus propias normas internas y sanciones. En las clicas hay jerarquía, en estas el liderazgo también es inestable, los líderes tienen limitaciones. Las decisiones generalmente se toman de forma horizontal. Viven en constante riña y conflicto con otras clicas, con las autoridades y con medios de comunicación. Regularmente se encuentran ligados a otras organizaciones criminales, con las que ocasionalmente competirán o colaborarán entre sí. Los pandilleros y ex pandilleros niegan que en las pandillas existan líderes y que estén organizados formalmente.

Las pandillas han a través de las cárceles han logrado que sus estructuras sean más cerradas y han elevado su grado de interés y afinidad social, la cárcel es el espacio perfecto para que las pandillas se fortalezcan, debido a que los pandilleros cuentan con excesivo tiempo de ocio, por lo que forman grupos en los cuales tienen mayor control sobre cada uno de sus miembros.

En Guatemala, El Salvador y Honduras las pandillas han generado una identidad criminal con mayor solidez, tienen bases sociales, económicas y su poder ha va en aumento. Se desenvuelven en actividades delictivas e ilegales.

Las pandillas o maras, obtienen sus ingresos practicando actividades ilícitas en mercados de comercio al menudeo de drogas y la a través de la extorsión y recientemente han incursionado en el mercado del crimen organizado, para el cual desarrollan ciertos trabajos.

Las mujeres también son admitidas en las pandillas o maras, aunque en su mayoría los miembros son hombres. Las mujeres tienen participación activa en las actividades ilegales de las pandillas, pero se encuentran subordinadas jerárquicamente.

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